domingo, 21 de marzo de 2010

Rol del Psicólogo según Martín Baró

Les traigo unos fragmentos seleccionados de una monografía sobre martín Baró realizada por Boris Isla, Daniela Ansaldo y Daniela díaz.


"El saber psicológico debe ponerse al servicio de una sociedad donde el bienestar de los menos no se asiente sobre el malestar de los más, donde la realización de los unos no requiere la negación de los otros, donde el interés de los pocos no exija la deshumanización".

El psicólogo tiene un rol muy importante que desempeñar, pero antes de todo esto tiene que conocer, no tan someramente el país en cuestión: con sus reales problemas, necesidades sociales y culturales específicas, porque la psicología sirve siempre y cuando no sea "una" ciencia general o común para todos los lugares y pueblos. Entonces la psicología debe adoptar una seria postura histórica y no quedarse en el etnocentrismo occidental desde donde surge la disciplina. Esto es un problema cuando se aplican conocimientos y herramientas psicológicas a un pueblo como el latinoamericano que no tiene la misma historia ni raíces que Europa o Estados Unidos.

Ante la búsqueda de soluciones, el psicólogo acostumbra a buscar el origen en los aspectos personales y nunca sociales del asunto, siendo lo correcto conocer lo individual y social de cada persona: sobre sí mismo y del mundo que lo rodea.

El que la psicología no abra su espectro de conocimiento hacia el estudio sistemático y participativo de la diversidad cultural latinoamericana como un pueblo que ha sido constantemente colonizado y militarizado, hace que el conocimiento quede igual de distante de sus individuos que los individuos de su sociedad. Asumir la relatividad de ideologías y comunidades nos ayudará a enriquecer nuestro saber y a poder realmente captar significados propios de nuestro pueblo, hará que nuestro conocimiento se identifique con el sujeto de estudio.

La psicología debe estudiar la forma en que el poder se articula en las relaciones y cómo esta forma de articulación se instaura en la intersubjetividad conformando una visión de la realidad más o menos común. En nuestro contexto la enajenación es un sentir común a muchos individuos y la psicología no debe pasar esto por alto. Debe tomar en consideración estas estructuras enajenantes que condicionan el desarrollo psicológico. Una disciplina que debe dejar de ser acomodaticia o refuncionalizadora a un sistema que no nos identifica. La desalienación es una tarea que no pueden evadir las Cs. Sociales ni menos la psicología si pretende aportar a la calidad de vida de los individuos. Tiene que abrir caminos y miradas, aportar con sus conocimientos a una transformación intra e interpersonal, debería ser agente propulsor del cambio social.

La acción del psicólogo en el ámbito de la terapia debe darse orientada a construir un vínculo comprometido con el paciente. Su misión es restablecer las estructuras internas que permiten al individuo elaborar lo vivido, y evitar ser neutral, siendo capaz de sentir junto al paciente.

En el ámbito de la motivación, como tarea en el estudio psicológico, el autor propone una revisión a las necesidades básicas del hombre que proponen los teóricos, ya que estas son reflejo de su postura ideológica que se manifiesta en su postura teórica. La psicología debe proponer una escala de necesidades no sólo en el ámbito de la satisfacción individual, sino también abarcar las necesidades de humanización del individuo a través de la humanización social.

El psicólogo debe poner término al repaso de las viejas teorías o maneras comunes de hacer psicología, para que se centre en los problemas directos que aquejan a la población.